La Viejita: ¿Me da una prueba de alienígenos?
La farmacéutica: Sra., por última vez, se dice analgésicos.
La Viejita: Ah sí, es que soy disléxica hija.
La Viejita: ¿Me da una prueba de alienígenos?
La farmacéutica: Sra., por última vez, se dice analgésicos.
La Viejita: Ah sí, es que soy disléxica hija.
Mi abuelo llegó a los 104 años.
¿Ah sí?
Sí. Y no te lo pierdas que el tío se fumaba dos paquetes de cigarrillos diarios, se bebía una botella de Whisky todas las noches y comía marisco 3 veces por semana. Lo tuvimos que matar porque nos salía carísimo.
Esto que va un viejita en el bus y de repente le ofrece unos pocos cacahuetes al chofer cada 5 minutos. Entonces, después de un rato, el chofer le pregunta: ¿Por qué no se los come Ud.?
La Viejita: No los puedo morder, ¿Ve, no tengo casi dientes?
El Chofer: ¿Y entonces por qué los compra?
La Viejita: Es que me gusta chupar el chocolate que los rodea.
Abuela, no se preocupe tanto que sólo es un amigo del Facebook.
¡Ni Feisbus ni Feisbas, que yo sé lo que me digo. En mis tiempos sólo me hacía falta ir al establo a ordeñar la cabra y allí tu abuelo me agregaba como amiga pero bien; ten cuidao!
¡¡Te quiero mucho culito contento!!
Abuela, me llamo Feliciano.
Oye, ¿Estás sorda?
Sí, un poquito na’ más. pero ya estoy a dieta.
¿Sabías que las mujeres decimos como unas 30.000 palabras al dia y los hombres sólo 15.000?
Normal, siempre hay que repetirles todo dos veces…
El Genio de la lámpara me dio a elegir entre curarme el Alzheimer o 20 cms. más de pene.
¿Y qué elegiste?
¿Qué elegí de qué?
Hace un año que no veo la tele…
¿Y eso cómo puede ser?
Es que con la de trastos que tengo en casa, no me acuerdo dónde la puse.
Loli, ¿Por qué cada vez que vas al cementerio a ver a tu marido te meas en su tumba?
Hija, cada uno lo llora por donde más lo extraña.