¡¡Martínez!! que en la oficina no se puede Ud. dormir, hombre.
Claro, Jefe, es que ni que lo dude, con esos gritos no hay quien duerma.
¡¡Martínez!! que en la oficina no se puede Ud. dormir, hombre.
Claro, Jefe, es que ni que lo dude, con esos gritos no hay quien duerma.