Jaimito, que sepas que al que madruga Dios le ayuda.
Pues yo paso de levantarme pronto, no quiero deberle favores a nadie, mejor que Dios ayude a otro.
Jaimito, que sepas que al que madruga Dios le ayuda.
Pues yo paso de levantarme pronto, no quiero deberle favores a nadie, mejor que Dios ayude a otro.