Mi marido es un cabrito, friega, lava los platos, baña y acuesta a los niños…
¿Y eso es malo?
Sí, porque no puedo criticarlo como hacen mis amigas con los suyos.
Mi marido es un cabrito, friega, lava los platos, baña y acuesta a los niños…
¿Y eso es malo?
Sí, porque no puedo criticarlo como hacen mis amigas con los suyos.